Concierto de los desarrollados y completos. Vega, en directo, posee los argumentos necesarios para mantenerse en la escena por derecho propio. Han pasado ya los años suficientes desde sus días en OT como para olvidarlos en gran medida. No solamente porque ella haga sus canciones sino porque además estas beben de fuentes que denotan una cultura musical interesante. En otras palabras: Va por buen camino y puede que ella sea la única prueba tangible de que después de una academia televisiva hay una vida musical no hortera.
Su concierto en el Teatro Cervantes organizado por Caja Duero demostró que de contenidos y de autoría va sobrada: Cerca de veinte canciones fueron interpretadas a golpe de pulmón y de inspiración. Evidentemente, Vega se trae tras sí a cuatro músicos solventes de la escena mercenaria del foro. De entre todos ellos, el guitarra (Quique) es el que más sigue el juego a la autora cordobesa a base de derroches de efectos delay atmosféricos y de punteos clásicos como si de un cruce entre The Edge y Gilmour se tratase. Vega en directo toma registros de rock and roll con su guitarra modelo SG o bien de autora post-hippie cuando se cuelga la acústica. Con esta alternancia, Vega comenzó a desarrollar temas como “No hará falta discutir”, canción con la que abrió el concierto.
Canciones como “Circular” o “Reir por no llorar” hablaban más del presente que del pasado de la artista y dejaron al público envaucado y preparado para el breve inciso acústico que se marcó ella sola con su guitarra. Estos fueron los momentos más sensibles de la noche en los que interpretó “Te tengo a tí” (tema que dedicó a su hermano) y “Mi habitación”. La segunda parte del concierto estuvo salpicada de canciones propias mezcladas con versiones. Evidentemente elegir temas de Maná o de Luz Casal puede resultar una obviedad que se cae por su propio peso. Sin embargo, Vega sabe traerles a su propio campo de una manera atractiva y personal. Logra transformar “Te dejé marchar” en un clásico, nada más y nada menos. Ello no quita para que un día decida sorprender con propuestas internacionales más ancestrales. “Y llueve” fue uno de los últimos temas en tocar levantando al personal de las butacas. Vega, artista de voz profunda e influencias válidas. Su futuro depende de sí misma. Y hay madera. NorteRock / nortecastilla.es