Concierto de los desarrollados y completos. Vega, en directo, posee los argumentos necesarios para mantenerse en la escena por derecho propio. Han pasado ya los años suficientes desde sus días en OT como para olvidarlos en gran medida. No solamente porque ella haga sus canciones sino porque además estas beben de fuentes que denotan una cultura musical interesante. En otras palabras: Va por buen camino y puede que ella sea la única prueba tangible de que después de una academia televisiva hay una vida musical no hortera.
Su concierto en el Teatro Cervantes organizado por Caja Duero demostró que de contenidos y de autoría va sobrada: Cerca de veinte canciones fueron interpretadas a golpe de pulmón y de inspiración. Evidentemente, Vega se trae tras sí a cuatro músicos solventes de la escena mercenaria del foro. De entre todos ellos, el guitarra (Quique) es el que más sigue el juego a la autora cordobesa a base de derroches de efectos delay atmosféricos y de punteos clásicos como si de un cruce entre The Edge y Gilmour se tratase. Vega en directo toma registros de rock and roll con su guitarra modelo SG o bien de autora post-hippie cuando se cuelga la acústica. Con esta alternancia, Vega comenzó a desarrollar temas como “No hará falta discutir”, canción con la que abrió el concierto.
Canciones como “Circular” o “Reir por no llorar” hablaban más del presente que del pasado de la artista y dejaron al público envaucado y preparado para el breve inciso acústico que se marcó ella sola con su guitarra. Estos fueron los momentos más sensibles de la noche en los que interpretó “Te tengo a tí” (tema que dedicó a su hermano) y “Mi habitación”. La segunda parte del concierto estuvo salpicada de canciones propias mezcladas con versiones. Evidentemente elegir temas de Maná o de Luz Casal puede resultar una obviedad que se cae por su propio peso. Sin embargo, Vega sabe traerles a su propio campo de una manera atractiva y personal. Logra transformar “Te dejé marchar” en un clásico, nada más y nada menos. Ello no quita para que un día decida sorprender con propuestas internacionales más ancestrales. “Y llueve” fue uno de los últimos temas en tocar levantando al personal de las butacas. Vega, artista de voz profunda e influencias válidas. Su futuro depende de sí misma. Y hay madera. NorteRock / nortecastilla.es
Voz y guitarra: Vega. Batería: Alberto Dakota. Guitarra: Domingo Gómez. Teclados y coros: Jorge Ortuño. Bajo: Kisko Guirado. Fecha: jueves 19 de abril. Lugar: Góngora Gran Café. Lleno.
ÁNGEL VÁZQUEZ
Qué más me da que seas tan delgada que en tu estómago no quepa un verso inédito que guardaba para otra ocasión. Qué más me da que seas tan fuerte como para decir lo que piensas sin temer a lo que venga mañana. Qué más me da. Me da igual. A veces sólo importa la música, aunque no nos den igual otras cosas.
Qué más me da que cantes en los bises I don"t want a lover I just need a friend mientras algunos boquiabiertos piensan que Texas es donde vive Chuck Norris. Qué más da. Qué más me da. Si nadar a contracorriente es más difícil que aprender a nadar. Si ser profeta en tu tierra, en esta tierra, es como plantar en albero, que tan mono queda en feria y tanta alergia da.
Me da igual que se note que te quieren, y que seas capaz de llenar un local. Qué más da, me da igual. Si reeditas tu disco porque sí, si lo presentas otra vez como nuevo, si se llama Circular como las hojas de Vicente Mora, si como él te basas en lo ajeno, en lo íntimo, en lo público, en lo vulgar; en las minúsculas de cada tarde, en lo que queda cerca, lo que anhelas, lo que buscamos cada día, circulando, da mareo pero seguimos, como cuando tú sientes ese vértigo, en busca de una línea de metro que vaya más allá. Qué más me da.
Me da igual que no creas en la industria porque yo ya tampoco creo, que malamente se cotiza la fe en St. Jones. Me da igual que pienses que la música debe ser gratis si alguien corre con los gastos, me da igual, qué más me da. Toca otra vez tan tímida y arriesgada aquella de Reír por no llorar, tócala como disparando tu honda contra Goliat.
Me da igual que pienses que estas letras imitan vagamente el talento de Sabina, pero es que se me pegó el miércoles y aún no lo he podido soltar. Qué me importa que te desmarques y alimentes ilusiones con Vega"s Home Music, una editorial propia que busca otro perfil más allá del narigudo mentiroso de un mercado viciado que no sabe por dónde salir. Qué más me da. Si tu gloria sabe a noches de concierto como la del Góngora, si tu apetito no es el de Vale Music, aunque sí más voraz, si tus lágrimas fueron la alfombra de un pase de pernocta en el Triunfo y un buscarte a ti misma mientras otros hacen del acomodo profesión. Qué más me da.
Qué más da que tu lenguaje sea sencillo, sincero, como rastrillo de oportunidades, como mitad aguacero mitad carajillo en una mañana de enero. Me da igual. Sigue Vega, sigue metiendo el dedo en el ojo, en directo o en diferido, sigue cantando lo que te enerva, lo que te enciende, lo que te mata. Sigue apostando por el niño perdido que a la postre resultó embustero, sigue zambullida en esa pelea fiera contra lo establecido, porque luego algo ganaremos los demás. Qué más da que sigas confiando en tu gente, en tu tierra y en tu ciudad. Qué más da.
Si hay heridas que sólo cicatrizan con el esfuerzo diario, con la dulzura de ser cercana, con la fragilidad aparente de quien parece tan delgada que no cupiera en su estómago un verso insolente. Ven y canta cuando quieras, no pidas permiso ni traigas razones, no ocultes tus miedos ni tus reproches, que de algo servirán. Qué más me da, qué más te da, qué más les da. Eldiadecordoba.es
CÓRDOBA. Un disco no tiene fecha de caducidad. Vega no cree que un trabajo se quede obsleto después de promocionarlo seis o siete meses y como forma de luchar contra esta prisa del mercado reedita «Circular», que publicó el año pasado.
«El disco tiene canciones buenas y algo que ofrecer al público. Hacer llegar las canciones al gran público cuesta trabajo y es muy difícil. No creo que sea un trabajo que se pueda hacer en siete meses», resume la cantante cordobesa. Por eso ahora se publica «Circular. Cómo girar sin dar la vuelta», producido por Nigel Walker, en el que se añaden dos canciones nuevas a un trabajo del que su autora está muy satisfecha. Tanto que quiere que se conozca. Vega ofrecerá un concierto en el Góngora Gran Café a partir de las diez de la noche de hoy para dar a conocer este nuevo trabajo.
Contar historias
La cordobesa no es una intérprete, sino no una cantante que pone voz a los temas que ella misma escribe. Le gusta tocar canciones de otros artistas, pero la música para ella tiene sentido «para transmitir y contar historias a la gente». Por eso el especial cuidado por las letras y por el mensaje que se transmite a quien escucha. No está muy feliz con el panorama actual de la radiofórmula, de cuyos responsables dice que colocan «lo que les da la gana».
«Llegamos a escribir canciones exclusivamente para la radiofórmula, donde lo que importa es un estribillo machacón y repetir cuatro veces la misma palabra. Es como si considerases al público idiota», se lamenta para después decir que lo que de verdad permanece en la memoria son las grandes canciones, las que cuentan algo. Esto hace que muchos músicos estén más pendientes del «hit de verano, del estribillo y de la melodía machacona que de hacer grandes canciones». «Yo me he negado a éso», afirma la cantante.
El presupuesto con el que contaba no se ha dedicado al marketing, sino a formas más directas de llegar al público. Por eso ahora comienza una gira en acústico, en el formato de guitarra, teclado y voz en que se siente tan cómoda. ¿La razón? «Es un trabajo que es más difícil de hacer pero a la larga es más sólido, porque la gente ve que lo que va es un disco es igual que el directo», resume.
Combina la vía de toda la vida, «carretera y manta», con algo tan nuevo como internet. Las descargas gratuitas en su página web o un blog sobre su día a día son sus armas para darse a conocer. Es un camino más lento que necesita paciencia, una virtud que según ella empieza a crecer en las discográficas. Consiga o no lo que quiere, asegura que siempre tendrá la alegría de estar satisfecha con su trabajo. ABC.es: Córdoba
Tranquila, segura y dispuesta a ofrecer todo lo que sabe a los que están empezando. Así se encuentra Vega en plena promoción de lo que hasta el momento son sus dos trabajos más importantes: por un lado, el segundo disco de su carrera, Circular; por otro, su propia editorial musical Vega’s Home Music. Ambos, fruto del descontento que le causó su primer álbum, hace ya casi tres años.
Y es que, con este nuevo disco, que salió a la venta el pasado 27 de febrero, la cordobesa ha cambiado de discográfica. "Le presenté una propuesta a Universal Music, porque no estaba a gusto con Vale Music, el sello de la academia, y a la compañía le gustó mi idea", explica la cantante, que asegura haber trabajado mucho durante estos dos años y medio en los temas de su nuevo trabajo.
De hecho, el resultado final es "un disco bastante completo en el sentido musical, con canciones muy distintas y sin un estilo concreto", aunque se pueda englobar en el pop rock o pop británico que ha producido Nigel Walker, responsable también de éxitos como La Oreja de Van Gogh o El Canto del Loco.
Además, como es habitual, las letras han sido compuestas por Vega, que ha mirado para adentro a la hora de escribir sus nuevos temas. Y es que, Circular bebe de la obra literaria de otro cordobés, su amigo y escritor Vicente Luis Mora que, en el libro de cuentos del mismo nombre, narra historias de la línea 6 del Metro de Madrid, conocida como 'la circular'.
En este sentido, la cantante manifiesta que "leer el libro de Vicente me ha influido muchísimo,pues es un libro culto pero muy accesible a la gente joven, muy moderno y actual". De ahí que se puedan comparar las historias del disco y la obra literaria, pues todas son "cercanas al público".
Tanto es así que la artista se inspira en el día a día, en lo que ve en la calle, en los informativos o en lo que le pasa a cualquiera, “en este caso a una chica de 27 años”. Y, como la mayoría de las canciones, sus letras hablan, sobre todo, de “amor, hacia algo o alguien”. Una consecuencia de los momentos extremos, “ya sean de felicidad o de tristeza”, en los que la cantante se inspira más para escribir.
Algo que viene haciendo desde pequeña, ya que, años atrás, la cordobesa creaba cuentos, poesía y relatos. De ahí que, esta gran aficionada a la lectura, no descarte "escribir algún día una obra literaria, que podría publicar con mi propia editorial. Sin duda me gustaría, aunque primero tendría que prepararme y, a día de hoy, suficiente tengo con la música".
El álbum, cuya presentación estaba prevista el pasado 18 de mayo en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre, ante la descoordinación entre el manager de la cantante y la UCO, que impidió que se realizara el concierto, aún no tiene fecha para el estreno. Lo que sí parece seguro es que será en Córdoba, al menos a la artista le "gustaría, pues sería la única manera de compensar a todas las personas que se compraron la entrada y a las que desde aquí les pido disculpas".
De hecho, Vega desea que el estreno sea muy especial, "pues a tu ciudad no puedes ir de cualquier manera y tengo que pensar muy bien cómo será esta actuación, al igual que hice con el concierto de mi primer álbum en el Gran Teatro".
Que hay buenos artistas en la ciudad es algo que ya se ha visto en el panorama musical nacional. En cambio, en cuanto a industria, Córdoba apenas tiene nada. "Las sedes de las discográficas están en Madrid y, si ya es difícil acceder a ellas en la capital, mucho más complicado es hacerlo aquí". Aún así, para la cantante el contexto musical no presenta demasiadas esperanzas en ningún rincón de España, "tendrá que tocar fondo para volver a levantarse", expresa Vega que, además, analiza el mayor problema de la música en su ciudad: el de los espacios. En este sentido, la cantante expresa que "una actuación en un polideportivo pierde hasta el sentido de un concierto, pues el sonido es pésimo. Echo de menos en mi ciudad salas para unas mil personas con buena acústica, y empresarios que se arriesguen a traer todo tipo de música, no sólo la de los 40 principales". La calle de Córdoba
Ha regresado Vega con esa voz de plástica frescura, con la serenidad que da el reencuentro no sólo con el milagro creativo, sino, también, con lo mejor de uno mismo. Escuchando el disco Circular, asistimos a un viaje con retorno, a un descubrimiento de la libertad, a una emancipación de la tristeza. Recomiendo el disco de Vega, muy sinceramente, a todo aquel que viva la primavera no como estación lasciva y sensorial, sino como una suerte extraña de melancolía pastando en el reverso de las hojas, porque las letras y la música están plagadas aquí de una vitalidad que catapulta, de una vitalidad que te apuntala, de una vitalidad de buenos días que hace de la fiesta despertar.
La factura de las letras es excelente, y también los arreglos: hasta la fotografía de la portada, y del interior, tienen un resto de absoluta belleza, de una fragilidad que acaso crece, que se va transformando, que ahora es la pulsión de otro vigor. Ha demostrado Vega, en este disco, no sólo el talento compositor, sino también la idea de instalarse en esta vieja línea Circular que podría ser la Circular 6 de Madrid; una Línea Circular que también pasa por Córdoba, sobre todo desde que Vicente Luis Mora decidió que con una estación de Ave no era suficiente y había que fabricar otra parada: fue entonces cuando escribió su novela Circular –que es una novela, por mucho que él se empeñe en hablar de miscelánea y esas cosas que gustan tanto a Vicente–, poliédrica y coral, expeditiva y tajante. Ahora, aparece esta nueva versión de Circular con las letras de Vega, con esa voz de plástica frescura, con esta lucidez que ahora se derrama en doce temas: doce temas compuestos sin urgencia –o, mejor dicho, sin prisa–, con un cierto regusto en el disfrute, con la definición de una poética que aquí no es sólo estética, porque también es moral, o ética, o netamente viva, sentida y entusiasta.
Nada de esto debe extrañar a nadie. Cuando la cordobesa Vega salió por primera vez en televisión, al ser seleccionada para un programa de jóvenes talentos, los analistas destacaron la finura de esta chica, que además de cantar con ese corazón tan roto en la garganta, con la tensión de piel sobre los ojos, profundos y despiertos, tocaba la guitarra y componía sus propios temas. Vega, en estos años, ha pagado peajes, ha crecido, grabó en su día un disco y ahora regresa con este nuevo Circular, que es un discazo. Por guapa, podría haber sido actriz, o modelo –su propuesta musical, de sensibilidad corpórea, tan acariciante como nívea, algo se asemeja a Carla Bruni, que ya está bien, no tanto por el sonido como por las sensaciones que provoca–, pero ha decidido ser honesta y decidirse a la música. Tenemos, en Vega, una Cosmopoética en sí misma. Les deseo que suban, conmigo, a esta nueva Línea Circular. Día de Córdoba
Vicente Luis Mora, escritor del libro "Circular" habla sobre el nuevo disco de Vega:
Tiene veintipocos años, pero ha llegado a la madurez. En la portada de su nuevo disco nos muestra una imagen íntima, que comparte con nosotros, al mirar a la cámara. Aunque a mí me guste más su hermana, hay que reconocer que está muy guapa. Vega ha crecido y ha dejado atrás muchas cosas, muchas historias, no todas agradables. Vega sabe de dónde viene pero tiene muy claro, sobre todo, hacia dónde va.
Y en realidad, ese futuro va unido indisolublemente a sus principios, a lo que ella era antes de todo, antes de la tele, antes de todas las cámaras: una chica de Santa Rosa que compone sus canciones, y que se enfrenta sola tras una guitarra a un público, ya sea el grupo de familiares y amigos de su adolescencia, o a un auditorio lleno hasta los topes de gente, como en los últimos años.
Según varias declaraciones de prensa y entrevistas de estos días, Vega ha titulado Circular a su disco por un libro mío, aquel extraño Circular que publicase mi amigo Javier Fernández hace tres años. Hay una cita de mi Circular al principio de su Circular , ésta: "no hay amores redondos, pero sí circulares, en los cuales los amantes ensayan siempre el mismo círculo infernal". De las excelentes letras del disco, se deduce que Vega es la única que ha entendido el libro, lo que tampoco me extraña demasiado, por dos razones: primera, que mis libros son algo raros; segunda, que ella es una chica lista y que, como buena letrista (y por tanto, escritora) que es, ha entendido bien que la metáfora del círculo para el amor sólo funciona si incluye la esperanza, esto es: que el amor puede ser un infierno, sí; pero la única forma de saberlo es, precisamente, arrojarse a él con los ojos cerrados, con auténtica entrega. Y que la manera de comprobar la universalidad de esa ley es lanzarse, después del fracaso, a la afectividad de los otros, para encontrar el camino propio. Si en su canción Circular , estupenda y pegadiza, grita: "quédate tu libertad, yo no quiero un Peter Pan (...) Todo acaba aquí", es para cantar más adelante, en la fascinante Hoy, que "sólo por sentir tu risa, tu caricia entre la brisa, yo daría mi vida entera". Eso es madurar. Saber que siempre hay un después.
Cómprense este disco, si lo descargan ilegalmente no tendrán las letras...
Circular (Vicente Luis Mora, Plurabelle)
Lo forman, en principio, dos centenares de micro-relatos, pero sus páginas se abren a la irrupción del poema, la cita, el aforismo o el ensayo, y todo ello tejido en el impulso de una escritura rica, minuciosa, atravesada por las sugerencias, las concordancias insospechadas, los hallazgos.
Texto sin género –narración cabal más allá de los géneros–, Circular, ya está dicho, es una intensísima y brillante explosión de escritura del joven autor cordobés, Vicente Luis Mora.
(...) Vega ha sido una de las triunfitas de la segunda edición que mejores críticas ha recibido. Tiene un disco en el mercado, “India”, del cual compuso la mayoría de las canciones. En septiembre sacará su nuevo disco, en el que se incluye un dueto con David Otero de “El Canto del Loco”. Formulatv.com
Ivis Acosta PALMA.- El acontecimiento mediático más importante del año para Mallorca ha sido, sin duda, la gala benéfica Palma Jove 2005, un concierto de tal envergadura como no se había visto en la Isla anteriormente. En efecto, la gala ha dejado huellas en los miles de espectadores que pudieron acudir la noche del domingo al Casino de Mallorca, para ver bien de cerca a sus ídolos musicales.(...)
(...)"Vega es un fenómeno en el escenario, con su guitarra y su imagen de modelo; y trae nuevo disco bajo el brazo, donde, como de costumbre, los temas están compuestos por ella. Se llama “Circular”, por la vía que circunda a Madrid, donde vive, y por otras cosas, como afirma. Esta estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas alterna su carrera con los escenarios y es realista en cuanto a su futuro, si no le va bien en la música, cosa poco probable porque talento tiene, se dedicará a su otra profesión, para la cual saca tiempo de donde no hay."(...)
(...)"Pero sin duda, Vega es la más simpática, esta chica, que estudia Publicidad parece haber nacido para estar sobre los escenarios. Tiene carisma, y además compone ella misma sus canciones. Pero la pobre está un poco delgada, ójala no sea por moda, o por estrés, porque como siga así sólo se va a ver su guitarra en el escenario."(...)
Durante el transcurso de la gala, los que quisieron y pudieron de entre el público presente, pudieron realizar donaciones a la asociación Aspanob, donaciones que fueron muy bien recibidas y que, seguramente, servirán para salvar la vida a muchos niños que, gracias a este dinero, en el futuro podrán ser los adolescentes que acudan a ver a sus fans a un concierto solidario como éste. Mallorcadiario.com
EDUARDO VIÑOLO. Llenazo espectacular en el Gran Teatro de Córdoba para presenciar el primero de los dos conciertos benéficos en los que Vega presentaba su primer disco, India . La causa era un grito contra la violencia de género (el femenino), y el efecto, demoledor, fue convertir el Gran Teatro en un entorno tan acogedor con una escenografía diseñada por la artista, que hasta se preocupó de los aromas, que el intercambio de emociones con sus fans más pasionales, llegados incluso desde Argentina, fue constante en las dos horas que atravesó el repertorio. A ella se le abre el corazón de par en par a poco que siente un poco de calor, y ellos, su público fiel, le gritaban promesas de amor y cosas como "¡Llora, que estás en casa!". Emocionante.
Fue un concierto en el que las versiones de los temas más representativos de la historia musical particular de Vega jugaron un papel muy importante en la parte central, quizás demasiado atendiendo a la presentación de su disco, y, sin embargo, fue un resorte perfecto para el show, que toca varios registros diversificando el concierto para su necesario dinamismo, que contuvo cuidadas ideas escenográficas, de luminotecnia y de vestuario. Sinatra, Serrat, Garfunkel, The Police, U2 , Suzanne Vega, Luz Casal, Non Blondes y hasta Margarita Cansino (Rita, el icono pelirrojo) con el tema central de la película Gilda forman parte de ese particular tesoro que Mercedes quiso destapar como bandas sonoras de sus recuerdos.
Pero abrieron con Olor a azahar , la canción dedicada a Córdoba. Velas, cojines a pie de escenario para músicos y amigos y suena el primer dúo de las voces de Vega y su compañera de OT , la encantadora Elena Gadel, invitada también para interpretar más tarde La Verdad , donde brilló más porque el sonido ya se había acomodado. A partir de aquí y hasta los dos bises del final Vega consiguió un tono íntimo, cálido y lánguido que permaneció sellando todo el concierto, sobre todo en los temas de su disco, que inequívocamente reflejan el sentimiento exacerbado y los poéticos tempos de su autora, muy lejos éstos aún de esa exploración rockera que le apetece, en la que los aditamentos extramusicales del espectáculo, con una impronta televisiva importante (el segundo concierto se grabó por Canal Sur TV), supuestamente serían otros. Vega es melódica, y es una veta que le resulta fácil, una fórmula que funciona contra la dispersión y a sus fans les encanta, que son los que compran los discos. En ella se mueve como pez en el agua, porque es una gran artista pero parece estar en fase de tránsito, quizás de búsqueda de algo que todavía la haga más feliz que los gritos de ¡guapa! (que no es poco), y no es simple saber si se quiere dar un giro cuando la madurez se está ganando deprisa. La conjetura es inevitable, y surge cuando se le ve también muy a gusto interpretando a Luz Casal, por ejemplo, y a la vez mimando a unas niñas bailarinas con polvos mágicos.
Vega demostró el pasado viernes que tiene inmensas posibilidades de adentrarse, salir o investigar musicalmente casi todo lo que quiera, con un repertorio apetecible e inteligente, con las ambivalencias necesarias para esa mezcla generacional que le escuchaba como representación de los flancos de un mercado siempre a conquistar y con unos músicos que estuvieron a la altura del trabajo medido que se les exigía en bloque y que desarrollaron sin fisuras ni protagonismos todos y cada uno de ellos.
El gancho personal de Mercedes no es de mentira, tiene ese aura de atrayente y sempiterna melancolía que apetece cuidar, carisma, juventud y belleza interior y exterior, por eso está ahí y tiene un filón al que dar aún, si quiere, algo de forma con su particular revolución de los sentidos.
Diario Córdoba
Sentada en el suelo junto a su banda y a Elena Gadel --ex concursante de OT --, Vega regaló a Córdoba Olor de azahar, un tema dedicado a su ciudad natal y que dio comienzo a un concierto que guardaba muchas sorpresas.
Mientras el público que llenaba el Gran Teatro no escatimaba en piropos a la compositora cordobesa --quien dio la bienvenida a los asistentes con un clavel-- ella, totalmente volcada en su actuación, presentaba su primer trabajo discográfico, India. Pero, además de los temas que componen su disco --como Mijitita, Directo al sol, o Grita -- Vega hizo un recorrido por todas esas canciones que han marcado su trayectoria y su estancia en la Academia de Operación Triunfo, "en un homenaje a esos grandes artistas que han puesto una nota de música en mi vida". Tras interpretar Mujer contra mujer -de Mecano -- el escenario quedó iluminado por la tenue luz de las velas que lo adornaban y en el fondo apareció una escena de la película Gilda. De pronto, una Vega ataviada con corbata y sombrero encarnó a Rita Hayworth y mostró un gran dominio de voz ante su tierra. Después tocó el turno a That's life, de Sinatra para pasar a cantar Lucía de Joan Manuel Serrat. A lo largo de una actuación a veces interrumpida por los gritos del público --entre el que se encontraban Rosa Aguilar, Luis Rodríguez y otras autoridades cordobesas-- Vega recordó grandes canciones como Tal para cual --de Luz Casal--, Where the streets have no name --de U2 --, Every breath you take -- de The police y What´s up --de 4 Non Blondes --, tema con el que se estrenó en la academia.
Los que no asistieron ayer al concierto --cuya taquilla ha sido destinada a la Plataforma contra la Violencia a Mujeres-- esta noche tienen la oportunidad de presenciar una actuación que muestra la profesionalidad de la compositora cordobesa. Diario Córdoba