¿Cómo es Circular?
Es un disco cargado de canciones en un corte pop-rock que he compuesto yo. Creo que es un disco que se puede poner en cualquier momento del día. Hay una canción para la mañana, otra para la tarde... Hay de todo.

¿Cómo afrontas este nuevo salto al cuadrilátero musical? Porque para permanecer hay que pelear.
Hay que pelear y mucho. Ya llevo tiempo haciéndolo. Este año he estado trabajando en el estudio y ahora me toca pelear ante el público. Lo afronto con mucha serenidad y con ganas de hacer todo lo posible para que la gente lo escuche, le dé una oportunidad. Si alguien le presta unos minutos, por sí solo se establecerá en la vida de la gente.

¿Es que teme que su disco no sea escuchado?
Soy realista ante la situación actual del mercado discográfico. La oferta supera a la demanda con creces y no hay hueco para todos. Yo estoy serena, porque el primer disco, India, ya tuvo buena acogida. Con éste la respuesta de los medios está siendo muy buena, aunque eso no es lo importante. La campaña de promoción ayuda, pero la gente debe escucharlo.

El primer disco puede ser digamos el de presentación y el que cause revuelo, pero luego, con el segundo, hay que confirmar que esto no es una broma. ¿Las canciones de Circular son una apuesta segura?
A día de hoy, es mi mejor apuesta. La consagración de un artista llega después de muchos discos. Pero es cierto que el segundo álbum es un punto de inflexión, tienes que decidir tu estilo musical y saber qué camino seguir.

Basta escuchar un par de canciones, pongamos Hoy o Eres, para concluir que Vega es muy romántica. ¿Me equivoco?
Más que romántica estoy enamorada de la vida. Me gustan los momentos felices y disfruto mucho con ellos.

Sus letras hablan de sueños, de caricias entre la brisa y de historias de amor concluidas, como las del tema que da título al disco, Circular. ¿Qué quiere compartir en este momento?
Hay historias de superación y de aceptación de las cosas. Cuando escribí el primer disco, tenía 23 años y ahora cumplo los 27. Este tiempo hace que veas las cosas de otra forma. Antes decía lo que pensaba inmediatamente, ahora cuento hasta diez. Todo se traduce en las letras. Por eso hablo de asumir las cosas como son, no quedarse llorando. Hay muchos mensajes ocultos, pero lo importante es que cada uno le dé su significado.

¿Se siente satisfecha con sus pasos musicales?
Creo que he vivido cosas muy positivas y otras no tanto. Las primeras me han servido como un aliento y las negativas para aprender, y saber qué es lo que quiero y lo que no.

Inevitablemente hay que hablar de Operación Triunfo. ¿Echa la vista atrás, y qué recuerda?
Recuerdo un reality show, un casting, y una convivencia un poco leonina y extraña porque estaba encerrada, sin mi familia y rodeada de cámaras. Fue una experiencia más de la que aprender.

Es un programa que suscita aplausos pero también críticas. ¿En su caso, ha sentido que después de su paso por la academia no se confiaba en su carrera?
Musicalmente creo que no me aportó mucho. Personalmente, sí. Fue una experiencia vital porque aprendí muchas cosas sobre la convivencia. Yo escribo canciones desde los 12 años y llevo mucho tiempo cantando en bares, así que fue una prolongación de lo que venía haciendo. Creo que el movimiento se demuestra andando, y yo escribo mis discos.

Los prejuicios también existen en el mundo de la música... ¿Qué avala a Vega?
Yo soy Mercedes, y Vega es mi trabajo. Creo que ella puede tener como garantías que escribe sus canciones, historias de verdad, y que compone. También le avala un conocimiento del campo porque lleva mucho tiempo estudiando música. Vega sabe lo que hace.

Sinceramente, ¿le molesta que le pregunten por su paso por la factoría O.T.?
No, ni me va ni me viene. Si pasan siete años, e imagínate que tengo varios discos en el mercado y me siguen preguntando por eso, a lo mejor digo: Sí, también soy licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas y nadie me lo recuerda. Pero es normal, saqué el primer disco bajo el umbral de aquello. No me molesta porque está en mi vida, pasé por ahí y no me arrepiento de lo que hice ni de mi actitud ante esa vorágine y ese reality show, en el que se convirtió. Creo que fui una privilegiada porque, para bien o para mal, es una experiencia que no todo el mundo puede vivir.

Hablaba de tener ganas de presentar el disco ante el público, ¿le preocupa su veredicto?No te voy a decir que no. Me preocupa porque hay una parte de mi trabajo que se hace para que guste. Pero para que este disco triunfe se deben cumplir muchas cosas: que yo me sienta cómoda con él, que lo pueda tocar en directo y que le guste a la gente, pero a mí también. Si falla duele, pero tampoco hunde.
María Nájera // Mercado

Etiquetas: entrevista

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